Instantes Bodymindfulness IV

Últimamente escucho mucho hablar del concepto “manifestation” que tiene que ver con expresar lo que deseas, lo que quieres conseguir para atraerlo. Muy similar a la Ley de la Atracción de la que se hablaba tanto hace unos años o a las ideas que contenía el libro “El secreto”. Creo que el expresar un deseo o un sueño, definir un objetivo de vida, un camino o una meta, llámase como quiera, sirve para marcar una dirección y facilitar la toma de decisiones y los pasos que damos, siempre teniendo en cuenta que como en la vida real, los caminos la mayoría de las veces no son rectos. 

Sin embargo, aún creyendo en las ideas entorno a la manifestación, me viene la cosa de tener mucho en consideración que por mucha manifestación que hagamos, a veces no es el momento de que eso que anhelamos nos llegue u ocurra. Lo cual no quiere decir que no vaya a llegar, sino que quizás ahora mismo, no es el momento. Y una forma que yo uso para tomar consciencia de ello y cultivar la paciencia -esa extraordinaria virtud que tanta alegrías puede dar cuando se sabe utilizar-, tiene que ver con detectar una señal muy simple: “¿cómo de fácil o de difícil me está resultado alcanzar mi objetivo?“. Cuando tengo que pelear mucho, o incluso muchísimo, quizás el universo me está diciendo algo... Parto de que en el universo todo es Armonía, que los sonidos que producen cada movimiento, cada fuerza que lo impulsa todo, son Armonía. Sin embargo, los humanos, con el cerebro que nos ha sido dado, rompemos con ese dejarse llevar que a veces es tan necesario y lo complicamos todo. En muchas ocasiones la vida fluye armónica en su sencillez hasta que nos empeñamos caprichosos, ególatras e incluso violentos, en que sea como se nos antoja, cuando se nos antoja. Y en esta lucha, hay mucha desesperación, mucha frustración y mucha angustia... ¿Qué ocurriría si en algunas ocasiones en lugar de luchar para conseguir lo que quiero ahora mismo, me dejase fluir con paciencia, con consciencia, con la mente y con el cuerpo en modo atención plena?

Hoy te invito a que cojas un papel y un bolígrafo y respondas BREVEMENTE a tres preguntas muy simples sin pensarlo. Dejando simplemente que las palabras fluyan al papel.  Antes de empezar a responder, una vez que tengas el lugar elegido para llevar a cabo la práctica y lo que necesitas preparado, respira tres o cuatro veces profunda y lentamente con los ojos cerrados. Una vez abras los ojos, responde primero brevemente a la pregunta: ¿Cómo quieres verte dentro de 10 años? Y cuando hayas terminado con esta pregunta, tómate unos segundos para respirar tranquilo de nuevo tres o cuatro veces con los ojos cerrados y responde brevemente a esta segunda pregunta: ¿A qué te puede ayudar la paciencia para alcanzar esa visión? Y cuando hayas terminado, respira de nuevo tranquilamente y con los ojos cerrados tres o cuatro veces y responde brevemente a la tercera pregunta: ¿A qué te puede ayudar que tu mente y tu cuerpo se encuentren en modo atención plena durante este proceso? No lo pienses demasiado. Sólo escribe tranquila y brevemente lo que te llegue.

Disfruta!

Erika G. @erika_g_lee
Executive & Creators Coach. Coaching de Marcas.

Photo via @theapricotmagazine

Erika G.